Durante el fin de semana del 16 al 18 de diciembre, la Delegación Diocesana de Misiones y Obras Misionales Pontificias ha estado en Lanzarote para animar y dinamizar la celebración de Sembradores de Estrellas e Infancia Misionera.
Como ya sabemos, el sentido de esta acción es el de felicitar la Navidad a todas las personas con las que nos cruzamos en la calle con la imposición de una estrella con el mensaje "Jesús nace para ti". Comenzamos el viernes por la tarde en la Villa de Teguise con la elaboración de un taller de huchas solidarias, seguido con el envío por las calles de la villa de todos los niños y niñas de catequesis deseando una feliz Navidad a todas las personas con las que se encontraban. Terminamos este acto festivo de compartir la alegría por el nacimiento de Jesús con un chocolate calentito y un buen trozo de bizcochón compartido entre las familias y las catequistas.
El sábado fue el día fuerte de estas celebraciones. Las parroquias de Arrecife se reunieron en el colegio de Nuestra Señora de los Volcanes para tener un encuentro de Infancia Misionera. Las catequesis para los niños y niñas se centraron en el lema "Uno para todos y todos para Él". Mientras los padres y las madres asistieron a un taller sobre la educación de valores cristianos con una mirada desde la Misión. Después se hizo el pasacalle de Sembradores de Estrellas por las calles de Arrecife donde más de trescientas personas felicitaron y cantaron la Navidad anunciando que "Jesús nace para todos". La tarde estuvo dedicada a las parroquias de Tías, San Bartolomé y Tinajo donde niños y niñas junto a sus familias disfrutaron de los talleres de Infancia Misionera y del testimonio sobre una experiencia misionera en La India. En los tres lugares la celebración de la Eucaristía fue el punto final del encuentro.
Por último, el domingo se tuvo la última acción, esta vez en la parroquia de Yaiza, con la celebración de la eucaristía y la exposición del testimonio misionero. Un buen colofón para un fin de semana intenso en el que grandes y pequeños tuvieron presentes a nuestros 58 misioneros y misioneras de la Diócesis. Solo nos queda agradecer a todas las personas que han compartido estos días con nosotros, la magnífica acogida al equipo, su tiempo, sus desvelos y sus atenciones. Nos hemos sentido en casa. Prometemos volver. La siembra de estrellas fue abundante. Pedimos al Padre que el fruto sea igual.
