Semana Santa en casa, Filipinas.

En la ciudad de Manila, Filipinas, la Semana Santa también se vive en casa. María del Pino Rodríguez de Rivera, nos comenta como están viviendo el confinamiento y como van a vivir la celebración de Semana Santa.


Realmente estamos viviendo, en el mundo entero, un momento muy difícil con el Covid-19. Que aunque no podemos verlo pues tiene a todo el mundo atemorizado. Nosotras aquí, en la comunidad, muchas veces pensamos que parece esto una película de ficción. No sé un mal sueño del que vamos a despertar.

Hemos tenido que cerrar todas nuestras misiones, no tenemos ningún contacto con nuestros hermanos de Baseco, con las familias pobres, los niños, los jóvenes con los que solemos trabajar y estamos totalmente aislados como comunidad pues tampoco podemos participar de la Eucaristía. Todas las iglesias están cerradas, como está sucediendo prácticamente en todo el mundo. Nosotras lo vivimos con mucha tristeza, con mucho dolor pero al mismo tiempo con la esperanza puesta en el Señor. No hay duda de que el Señor va a sacar algo bueno de todo esto.

En cuanto, a la Semana Santa va ser muy especial, por supuesto, todas las celebraciones las vamos a vivir online desde casa. Muchas parroquias ofrecerán el triduo pascual en directo. Y bueno pues este año nos toca vivirlo desde una profundidad distinta, con más hondura. Esta situación nos obliga a profundizar mucho más en nuestra fe. No vamos a tener signos "visibles" pero vamos a pedirles todos la gracia al Señor de que este sea un momento de mayor acercamiento a Él, de mayor intimidad, mayor súplica. De aprender a vivir este momento de cruz, verdaderamente, como pueblo de Dios unidos en Él, con Él y por Él.

Decirles que estamos muy unidos, que la comunión y el amor de Dios es mucho más fuerte. Que todo esto que estamos viviendo, que el Coronavirus no va a vencer, no puede vencer, porque el amor de Dios es más fuerte. Y mientras lo padecemos pues oremos, oremos mucho, sigamos rezando insistiéndole al Señor en esa súplica para que sane a este mundo herido.



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