El Encuentro misionero de jóvenes de este año, celebrado el sábado 17 de abril, se ha realizado de manera totalmente virtual, lo que no ha quitado nada a que se pudiera sentir el compromiso y el entusiasmo de los jóvenes por la misión.
“La Iglesia necesita de tu compromiso” era el lema del XVII Encuentro Misionero de Jóvenes, el mismo que el previsto para el año pasado que no pudo tener lugar por el confinamiento. Este año se llegaron a alcanzar las 50 conexiones, correspondiendo algunas a grupos, como las Delegaciones de misiones de Valencia, Pamplona y Madrid.
El Encuentro comenzó con el saludo de Mons. D. Francisco Pérez, Arzobispo de Pamplona y presidente de la Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias. Puso de manifiesto que el origen de la misión está en la relación entre Jesús en la eucaristía y el servicio a los más necesitados; alentando a seguir así a los jóvenes con estas palabras: “Hacéis mucho bien; sois como la luz que luce, pero no se luce”. Acto seguido, D. José María Calderón, Director Nacional de las OMP en España, presentó el programa del encuentro.
Por la mañana tuvo lugar una dinámica de título “Entregarse compensa”. Se presentó la figura de personas diferentes que tenían en común el haber hecho de la entrega el centro de su vida: Chiara Corbella Petrillo, Ignacio Echevarría, Carlo Acutis, Teresita Castillo, Los ángeles de Kenia y la hermana Clare Crockett; los participantes se dividieron en seis grupos en los cuales vieron quién era el personaje que se les había asignado, qué había hecho y con qué se quedaban de su testimonio. Luego un representante de cada grupo presentó el personaje a todos los demás.
La tarde tuvo por título “Cristo, nuestro compromiso”; comenzó con una conferencia de Mons. D. Joseba Segura, Obispo auxiliar de Bilbao y miembro de la Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias, titulada “La Iglesia me envía”. Mons. D. Joseba, desde su experiencia de misión en Ecuador, afirmó: “El espíritu de entrega, el espíritu de servicio, está en el centro del Evangelio. El camino del vínculo con los que nos rodean es el camino de la felicidad. Nosotros somos los que somos por lo que nos dan los demás”; además, invitaba a los jóvenes a tener el deseo de llegar a todos: “La misión te ayuda a llegar a mucha gente, te ayuda a conocer a personas que normalmente no formarían parte de tu vida y que aportan una gran riqueza”.
Después de un descanso siguió una mesa redonda de testimonios desde tres continentes distintos, salvando las dificultades de las diferencias horarias: María Ángeles, Hermana de la Consolación, desde Brasil, resumía su experiencia: “Tenía miedo a darle la vuelta a mi vida pero Dios nunca me dejó sola”. Pablo Seco, Misionero del IEME en Japón, contó su testimonio de disponibilidad para ir a Japón en lugar de a Tailandia porque se le necesitaba más así como que en Japón lo que cuenta es la presencia, el testimonio y el servicio a tiempo total. François Saleh Moll, misionero javeriano de origen chadiano que está en Marruecos, que afirmó: “el encuentro con Jesús es un acontecimiento que cambia la vida” y a él le dio el deseo de servir a Dios anunciando el evangelio a los no cristianos.
El Encuentro se cerró con un momento de oración dirigido por los jóvenes de la Delegación Episcopal de Misiones de Madrid con textos y canciones.