XVII Encuentro de Empleados y Voluntarios de OMP

Durante los días 25 y 26 de febrero tuvieron lugar el XVII Encuentro de Empleados y Voluntarios de la OMP. Este encuentro se celebra cada año, normalmente en Madrid, y reúne a todas las personas que trabajan o colaboran en la delegaciones diocesanas de OMP de España.

Debido al carácter excepcional que marca la pandemia, en esta ocasión el encuentro fue virtual y asistieron cerca de 110 personas de 47 diócesis diferentes entre las que se encuentra la nuestra que aportó dos participantes.

Esto encuentro formativo está organizados por la PUM, la Pontificia Unión Misional, con el objetivo de fomentar el conocimiento de las personas que trabajan y colaboran con la misiones y dar una formación que ayude en su labor.

El canal de comunicación fue a través de ZOOM y consistió en seis momentos repartidos entre los dos días del encuentro.

La inauguración y oración inicial estuvo a cargo de Monseñor Francisco Pérez, Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela y presidente de la Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias. En sus palabras destacaron los mensajes de ánimo y agradecimiento para todos los que nos encontramos  dinamizando la pastoral en favor de nuestros misioneros y misioneras.

Don José María Calderón, Director Nacional de OMP, reitero su agradecimiento y nos dio su bienvenida al curso.

La primera conferencia del encuentro estuvo a cargo de Don Fernando García Rodríguez, Superior General de los Misioneros Javerianos. Su título era Francisco y el espíritu de la PUM. En ella hizo un recorrido histórico desde el nacimiento de la UMC (Unión Misionera del Clero) en 1916 como germen de la futura PUM, hasta la figura del Papa Francisco en el que se detuvo de una manera más prolongada.

De lo más destacado de la aportación de Francisco a las Misiones y en concreto a las OMP reproducimos los consejos y sugerencias que él da a las OMP a modo de decálogo.

1) «En la medida en que podáis, y sin hacer demasiadas conjeturas, custodiad o redescubrid la inserción de las OMP en el seno del Pueblo de Dios», en las diócesis, parroquias, comunidades religiosas, movimientos y grupos apostólicos. ¿Cómo las OMP pueden seguir hoy respondiendo a la identidad que tienen en la Iglesia?

2) «Encontrar el modo en el que la estructura esencial de las OMP siga unida a las prácticas de la oración y de la colecta de recursos para las misiones».

3) «Las OMP son —y así deben experimentarse— un instrumento de servicio a la misión de las Iglesias particulares, en el horizonte de la misión de la Iglesia, que abarca siempre todo el mundo. En esto consiste su contribución siempre preciosa al anuncio del Evangelio… Si, en alguna situación, el fervor de la misión disminuye, es signo de que está menguando la fe».

4) «El servicio llevado a cabo por las OMP, por su naturaleza, pone a los agentes en contacto con innumerables realidades, situaciones y acontecimientos que forman parte del gran flujo de la vida de la Iglesia en todos los continentes». Dar a conocer la acción del Espíritu en la actividad misionera de la Iglesia, compartir testimonios de vidas… Alejarse de ser burócratas o funcionarios. Transmitir vida.

5) Sustraerse «de las insidias de los replegamientos autorreferenciales» y salir de sí mismo para ir al encuentro del otro.   

6) Sobre «la colecta de recursos para ayudar a la misión», si los recursos disminuyen, papa Francisco pide de obrar con creatividad para buscar fórmulas nuevas. No olvidar que la disminución de recursos materiales para la finalidad misionera de la Iglesia es consecuencia de la disminución del nivel la vida cristiana. La Iglesia no es una ONG. Valorar el óbolo de la viuda.

7) «Con respecto al uso de las donaciones recibidas, discernid siempre con un apropiado sensus Ecclesiae la distribución de los fondos, para sostener las estructuras y los proyectos que, de distintos modos, realizan la misión apostólica y el anuncio del Evangelio en las distintas partes del mundo». Evitar el asistencialismo.

8) «Por lo que respecta a los pobres, no os olvidéis de ellos tampoco vosotros».

9) «Las OMP, con su red difundida por todo el mundo, reflejan la rica variedad del “pueblo con muchos rostros” reunido por la gracia de Cristo, con su fervor misionero». No a la uniformidad.

10) «Las OMP no son en la Iglesia un ente independiente, suspendido en el vacío». Son parte de la Iglesia católica, presidida por «el Obispo de la Iglesia de Roma, que preside en la caridad». Toda acción de las OMP es la Iglesia en acción. Seguir amando la Iglesia con la misión recibida del Señor.

Después de la conferencia tuvimos un breve intercambio de opiniones entre algunas de las personas participantes en el encuentro.

La mañana del primer día terminó con una charla sobre el Fondo de la Nueva Evangelización. Este fondo es la contribución económica que la Iglesia en España hace para la evangelización en el mundo. Está destinado a ayudar a diócesis, parroquias, monasterios e institutos religiosos... comunidades cristianas que necesitan ayuda para difundir la fe en Cristo.

Las necesidades que se atienden son construcciones, recursos bíblicos y catequéticos, formación cristiana, objetos litúrgicos, etc. sin olvidar que estas ayudas contribuyen a la formación humana de las personas y comunidades, a la educación de niños y jóvenes en valores, a la mejora de las relaciones familiares y sociales, a un servicio más cualificado a las personas más desfavorecidas, a reducir conflictos y conductas de riesgo… con un impacto más allá de las comunidades cristianas en que se desarrollan.

Este fondo se sostiene con aportaciones de la Conferencia Episcopal Española y de contribuciones voluntarias de las diócesis españolas y de los Institutos de Vida Consagrada y otras instituciones eclesiales. También llegan colaboraciones de personas particulares que desean contribuir con su pequeño granito de arena a la difusión del Evangelio en los países más pobres.

A todos y todas se nos invitó a tener presente este Fondo para poder ayudar a las misiones de cada diócesis.

El segundo día comenzó con la presentación por parte del Padre Pedro Andrés Miguel, provincial de los Misioneros Combonianos, del SCAM, el Servicio Conjunto de Animación Misionera. Este  grupo de personas con experiencia de misión  se ofrece para animar en clave misionera encuentros, campañas, charlas,.... Todas las Delegaciones tienen la oportunidad de contar con este servicio que enriquece cualquier actividad de carácter misionero.

Después de esta presentación, Don José María Calderón nos habló de la realidad de la Comisión Episcopal para las Misiones y cooperación entre las Iglesia. Esta comisión es una de las que existen en la Conferencia Epsicopal Española (CEE) y está formada por Monseñor. Francisco Pérez González (presidente) y los Obispos Monseñor Cesar Franco, Monseñor Demetrio Fernández González, Monseñor Rafael Zornoza y Monseñor Joseba Segura. Su secretario técnico es el propio Don. José María Calderón.

Entre algunos de los cometidos de esta Comisión están el cuidar las relaciones y trabajar conjuntamente con los organismos misioneros nacionales, que atienden las actividades misioneras de los presbíteros (OCSHA, IEME, misiones diocesanas…), de los religiosos y religiosas (CONFER, SCAM…) y de los laicos (CALM, OCASHA…); ayudar a los misioneros en la obtención de la cédula misional y viajes, suscripciones, libros, envíos de paquetes, permisos de aduana, legalizaciones, etc o ayudar a las diócesis y a sus respectivos delegados diocesanos de misiones a la formación misionera de sus fieles y a la atención de sus misioneros.

Conocida un poco más esta Comisión llegamos a la última parte del Encuentro en la que diversos miembros de la oficina central de OMP nos informaron del trabajo y previsiones de los distintos departamentos.

La clausura al igual que la apertura estuvo nuevamente en las manos de Monseñor Francisco Pérez que reiteró su agradecimiento y nos animó a vivir este tiempo de Cuaresma y el futuro de Pascua en clave misionera, teniendo presente en nuestras acciones y oraciones a todos los misioneros y misioneras que anuncian la Buena Noticia en todo el mundo.

La despedida terminó con un deseo, el poder encontrarnos físicamente en las próximas jornadas de trabajadores y voluntarios. Esperamos que así sea.