Día 14 Último día de voluntariado con sabor canario
Buenas noches desde Songo a todos los que nos escuchan, leen u oyen. Hoy hemos concluido nuestra jornada, y casi todos ya están en la cama porque mañana toca madrugar aún más de lo habitual. Nos espera un viaje a Mukumbura, del cual hablaré más adelante. Hoy fue nuestro último día de voluntariado, el último de nuestras actividades en los distintos lugares donde hemos colaborado esta semana.
En el internado, celebramos el Día de Canarias. Prepararon comidas típicas de casa, destacando la pella de gofio, que disfrutaron enormemente. Fue un éxito, y las fotos muestran caras de alegría y felicidad. Mañana seguirán disfrutando de este manjar.
En la cárcel, los voluntarios participaron en una gran fiesta, aunque no era la despedida definitiva, que será el próximo sábado. La directora, la señora Mercia, agradeció especialmente al padre Manolo por su gran labor. Pasamos tiempo con los internos, jugando y enseñándoles una artesanía que se convertirá en fondos para comida y materiales de primera necesidad. La directora Mercia expresó su esperanza de que la cárcel crezca en talleres y trabajos manuales, gracias a nuestro granito de arena.
El día terminó con la Eucaristía y una cena tranquila. Ensayamos algunos cantos en castellano con los jóvenes para la última Eucaristía del domingo. Nos fuimos a acostar temprano porque mañana madrugamos.
Mañana viajamos a Mukumbura para visitar a Paco, un sacerdote del Instituto Español de Misiones Extranjeras de Cáceres. Aunque solo son 150 kilómetros, en Mozambique las distancias en tiempo se duplican o triplican.
Gracias nuevamente por escucharnos y leernos, y sobre todo, por sus oraciones. Un saludo desde Songo, buenas noches a todos y todas.