Visita a Mukumbura

Día 15 Visita a Mukumbura


Hoy nuestra experiencia misionera se ha situado en Mukumbura, una población fronteriza con Zimbabwe, donde se encuentra Paco, un sacerdote del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME), oriundo de Cáceres, que ejerce su labor desde 2019. Aunque Mukumbura está a solo 150 kilómetros de Songo, el viaje nos tomó más de 4 horas debido a las condiciones del camino, que variaba entre asfaltado, semi-asfaltado y casi impracticable. Gracias a contar con un vehículo 4x4, pudimos realizar el recorrido.


Nos levantamos a las 4 de la mañana y salimos a las 5, después de desayunar y prepararnos para pasar la noche fuera. Durante el viaje, comenzamos el día con una oración en el coche, agradeciendo a Dios por el nuevo día y reflexionando sobre el día anterior. Este momento de oración, acompañado del amanecer, nos hizo recordar las maravillas del Creador y fue un momento muy especial.

El camino, como es habitual en África, estaba lleno de vida. Personas caminando, animales cruzando y pequeños negocios al borde del camino ofrecían una explosión de color y movimiento. Llegamos a Mukumbura alrededor de las 9:30H de la mañana. Paco nos contó que esta misión había estado casi abandonada durante 50 años, atendida esporádicamente por los misioneros combonianos. Con la llegada de Paco, esta comunidad católica, aunque pequeña, se ha vuelto muy activa y festiva.

Misión Mozambique 24



Pasamos la mañana compartiendo un pequeño desayuno con Paco y asistiendo a la escuela infantil local, que atiende a niños de 3 a 5 años. Las escuelas infantiles no son comunes en Mozambique, donde el sistema educativo comienza a partir de los 6 años. Esta escuela, situada debajo de un porche y con mesas compradas en Zimbabue, cobra 100 meticais (poco menos de un euro) para que se valore la educación. Aquellos que no pueden pagar contribuyen con servicios comunitarios.
Trajimos material escolar que generosamente nos donaron, y ahora ha llegado hasta la frontera con Zimbabue. 

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Visitamos la frontera, un puesto sencillo pero con mucha burocracia. Aunque no llevamos los pasaportes, bastó con nuestro visado para cruzar hasta la mediana del río Mukumbura, que separa los dos países. Tuvimos una breve conversación con los funcionarios de Zimbabwe, quienes expresaron su deseo de mejorar sus vidas, un sentimiento compartido por muchos aquí.

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Volvimos a Mozambique después de esta pequeña incursión y agradecimos a los funcionarios por dejarnos pasar. Almorzamos en la misión y descansamos un poco. Luego, participamos en una reunión con un grupo de apostolado de la oración, asistiendo a su oración y formación. La Eucaristía de la tarde, celebrada en el mismo lugar que la escuela infantil, estuvo llena de cantos festivos y alegría, reflejando el espíritu comunitario y festivo de la región.

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Durante la cena, hablamos sobre la misión y los sueños de Paco, como construir cuatro escuelas cerca de Mukumbura para atender a niños de zonas alejadas. También tiene una pequeña formación en informática para los jóvenes, con ordenadores donados desde España. Nos contó que muchos niños cruzan a Zimbabwe para estudiar, donde el sistema educativo es inglés, lo que les permite aprender este idioma de manera fluida.

Hablamos también sobre los funerales, que aquí son una celebración comunitaria llena de cantos y danzas, mostrando el fuerte sentido de solidaridad y comunidad de esta región. Reflexionamos sobre el individualismo en Europa y lo mucho que podemos aprender de África en términos de pertenencia y apoyo mutuo.
Nos retiramos a descansar después de un día largo y significativo. Gracias por seguir leyéndonos o escuchándonos.

Un saludo grande desde Mukumbura y hasta mañana.